lunes, 2 de junio de 2014

Hoy es lo que vale

Las lunas reflejan la belleza de su profunda mirada iluminando el árido y desierto  entorno en que se despierta después de haber vivido una vida que en el fondo de su corazón y  sin nunca haber querido reconocerlo sabia que era una mentira y no por lo que ella daba. Su amor desperdiciado, sus abrazos y besos perdidos en un limbo que  jamas pensó que existiera, los kilómetros en coche con la ilusión intacta sin poder recuperarlos ni dar marcha atrás, los cafés por la mañana creyéndose la mujer mas afortunada del mundo y con la esperanza de crear algo mas importante que ella misma, su inconsciencia la volvía algo superficial en algunos momentos pero solo era porque la ilusión ficticia que estaba viviendo la envolvía de tal forma que flotaba en una burbuja sin jabón. Las lagrimas recorren su rostro al encontrarse sola ante un mundo que no reconoce y se pregunta que camino tomar y con quien hacerlo, era la primera vez que se encontraba realmente sola. La belleza  de su  alma y su rostro de ángel era lo único que le quedaba como compañeros del mas largo camino que nunca habría imaginado que tendría que  recorrer.


 Al  contemplar el vuelo de una cometa y  sorprenderse con el galope de caballos en libertad mostrando toda su pureza  consigue esbozar una pequeña sonrisa, alberga esperanza y vuelve a  reconocer la belleza de la vida que se le escapa si no lucha.Tiene que saber que  hay una vida que es de verdad, no hay mentiras ni falsas ilusiones, hay luz y consciencia,  no  digo que no vaya a volver a  haber  dolor pero sí verdad y caminos rodeados de flores y árboles centenarios para resguardarla del sol cuando le haga falta.
Se apoya  en mis hombros cuando  ese tranvía  va lleno, siento sus brazos sin querer hacerme daño solo quiere no volver a caerse, es maravilloso cuando me mira y sonríe sin que yo me de cuenta. Caminamos juntos hacia un  banco vacío  en medio del parque y quema los recuerdos de su pasado aunque en su cabeza ya los ha dejado atrás. Lavo las heridas de su  espalda conteniendo las ganas de gritar de rabia.Aún tiene miedo pero empieza a confiar en mí y a caminar sola rodeada de gente por el centro de la ciudad sin perderse.Ya bromea y hace que me  bañe en el mar helado mientras se ríe en la orilla, salta encima de la cama y disfruta de los  fuegos artificiales. Aún tiene momentos difíciles y destroza la habitación esperando que desaparezcan los fantasmas para siempre. Nos abrazamos en aquel banco vacío mirando solo al presente.Vuelve a reconocer a las personas buenas y a preocuparse por ellas olvidándose de si misma por momentos, cuando duerme no sueña  y su respiración es suave y pausada por primera vez,cojo su mano mientras acabo de leer el Arte de Amar de Erich Fromm para que nunca se vuelva a despertar en un mundo que no reconozca. 



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